El puerto de Santa Ana, Misiones, es uno de los más antiguos del Paraná fundado en el siglo XVII, dependiendo de la Provincia de Corrientes. Luego de la guerra con el Paraguay, se potencia con la explotación primero de yerba mate y luego con caña de azúcar.
Mediante el Decreto del 18 de febrero de 1876, firmado por el Presidente NICOLAS AVELLANEDA, se nombró a varios empleados de la Receptorías en varios puntos del Alto Paraná, y entre ellos a Don PEDRO MORCILLO como guarda en el Puerto de Santa Ana.
El primer gran ingenio azucarero se estableció en la zona en el año 1.882 a iniciativa del Coronel RUDECINDO ROCA, Gobernador del Territorio Nacional de Misiones, tendiéndose una línea ferroviaria que finalizaba en el activo puerto de Santa Ana.
La actividad navegatoria fue inicialmente controlada por la Receptoría de Rentas, Institución que durante el Siglo XIX, desempeñó las funciones de Autoridad Marítima en aquellos Puertos en donde no se había instalado una Dependencia de la Prefectura.
El Puerto de Santa Ana actualmente está bajo la supervisión Provincia, pero inoperable desde el año 1.966.
Su capacidad de amarre natural es de 500 Mts; útil para todo tipo de embarcaciones debido al calado existente.
El gobierno de la Provincia de Misiones ha reservado 176 Hectáreas para la reactivación del Puerto de Santa Ana, por lo que el municipio de ésta localidad declaró de interés municipal a dichas tierras, formándose una comisión en apoyo al futuro puerto de ésta localidad presidida por el intendente municipal de Santa Ana.
Actualmente el desarrollo de infraestructuras vigentes permiten la conexión directa entre las rutas diferentes rutas troncales, esto es: Terrestres, fluviales y aéreas internacionales de la Argentina, Brasil y Paraguay. Santa Ana sería el nodo de convergencia y distribución que comunique los grandes centros del Cono Sur y los puertos internacionales de Iquique y Antofagasta ( Chile ), Rosario, Buenos Aires (Argentina) , Itajaí, Paranaguá y Santos ( Brasil). Esto nos conectaría con los grandes centros de producción y consumo como ser, la pampa húmeda, el litoral brasileño con Porto Alegre, Florianópolis y San Pablo, Asunción (Paraguay) , Santa Cruz de la Sierra ( Bolivia), citados como ejemplo.
El puerto como prestador de servicios, permitirá potenciar las comunicaciones de todo tipo, siendo un magnífico factor de incremento del intercambio comercial, situación que inmediatamente tendría el efecto impulsar el crecimiento de las actividades económicas en misiones con su consecuente y natural creación de fuentes de trabajo.
El diseño moderno de los puertos exige operatoria y funcionalidad adaptados al cumplimiento de 3 objetivos importantes:
Incentivará el crecimiento de las potencialidades turísticas del MERCOSUR, provocando el surgimiento de obras de infraestructuras inherentes y adecuadas al servicio, como ser hotelería, gastronomía, entre otras, incentivando el desarrollo del turismo receptivo en función de los atractivos naturales e históricos.
El avance de las relaciones internacionales y la velocidad e incremento de las comunicaciones tendrá como efecto promover el antiguo proyecto de concretar la integración bioceánica, a través de un corredor transversal adecuado al efecto. Esto estimulara a que nuestra provincia cree las condiciones para formar parte del itinerario.
Superadas las asimetrías no debemos permitir que la falta de infraestructuras adecuadas se conviertan en un obstáculo al perfeccionamiento de la integración y renunciar de esa manera a las enormes posibilidades esperadas y contenidas en el Tratado de Asunción.
Fuentes: Fundación Zona Centro
Prefectura naval Argentina, Archivos de la asociación civil “Fundación Zona centro”